UTILIZACIÓN DEL HORARIO/AGENDA DE PICTOGRAMAS

¿Qué importante es para unos padres conseguir el control de la conducta de sus hijos verdad?, de hecho, aún recuerdo, como antes de tener hijos observaba perpleja a los niños que hacían rabietas en la calle y sobre todo a sus padres cediendo ante ellas, pensaba que si esos niños estuvieran en mis manos eso jamás ocurriría .  Esto que os acabo de comentar nos pasa a todos, solemos tener grandes expectativas respecto al control del comportamiento de los niños, estas expectativas se desconfirman con el tiempo, pues nos damos cuenta que no es tan sencillo como parece, incluso en niños con desarrollo normativo, pero si añadimos el hándicap de falta de comprensión del lenguaje que pueden experimentar los niños con TEA en algún  momento de su desarrollo, estas expectativas e ilusiones pueden desmoronarse, generándonos sentimientos de incompetencia como padres, de perdida absoluta de control y por supuesto de enorme frustración.


De todas formas, si algo nos enseñan los problemas del desarrollo es que el control absoluto no existe, que hay muchas cosas que se nos escapan, pero hay otras sobre las cuales tenemos margen para trabajar. Muchas veces tenemos que encontrar ese frágil equilibrio entre la aceptación de las cosas que no podemos cambiar y el tener una actitud proactiva sobre aquellas que si es posible modificar, pero cuesta mucho alcanzar ese equilibrio. 

Ahora bien, uno de los mayores logros en el terreno del control conductual es la comprensión de la secuenciación temporal de las acciones y sucesos del día a día, esto es, la comprensión de que una acción, por ejemplo, jugar a la pelota, va después de otra como comer o bañarse. Cuando estos conceptos temporales del presente y del futuro inmediato se adquieren la conducta del niño cambia bastante y podemos ahorrarnos muchas rabietas y malos ratos.

La comprensión de estos conceptos está muy relacionada con la maduración del cortex prefrontal y el mayor desarrollo de las funciones ejecutivas, las cuales nos permiten organizar nuestro comportamiento, planificar, aprender a esperar y aplazar la gratificación.

En los niños con alguna alteración de la comprensión del lenguaje, estos aprendizajes pueden tardar más tiempo o requerir de un tipo de enseñanza más directa, más explícita, más intencional, si en el desarrollo normativo estos aprendizajes ocurren de forma natural o intuitiva, posiblemente ante problemas del desarrollo necesitemos otras vías otros caminos. Confieso que al principio me mostraba reticente a usar pictogramas, me generaban miedo, al fin y al cabo, era una forma de enseñar que se salía por completo de mis esquemas preestablecidos, evocaba en mis temores muy relacionados con la etiqueta TEA.




Cuando mi hijo tenía poco más de dos años de edad, empezamos con el manejo del horario/agenda de pictogramas para ir desarrollando estos aprendizajes, como buen pensador visual que es, el niño no tuvo ninguna dificultad para comprender la dinámica de la agenda. Este aprendizaje nos ayudó mucho no solo en el control del comportamiento, también a la hora de mejorar su capacidad simbólica, mediante la representación visual de las acciones y actividades de la cotidianidad.

El manejo de la agenda de pictogramas es sencillo, pero requiere dos cosas fundamentales: repetición y contingencia. Explicare cada uno de estos aspectos.

Repetición:  la mayoría de acciones de la cotidianidad suelen ser repetidas por que hacen parte de nuestras rutinas, no podemos utilizar la agenda un día sí, dos días no, sin tener constancia. Por lo menos al principio, durante la fase de adquisición es necesario ser constantes, de lo contrario podríamos generar confusión en el niño.

Contingencia: este principio es básico en psicología del aprendizaje. La contingencia es una relación inmediata entre dos eventos, de forma tal que el niño aprende que si ocurre A después ocurre B, un ejemplo es la hora del baño, si enseñamos el pictograma de hora del baño, la acción debe realizarse inmediatamente después para que el niño cree en su mente dicha asociación, este aspecto es fundamental en la etapa de aprendizaje, con el tiempo, cuando el niño ya tiene estas nociones de tiempo, podemos espaciar mucho más el enseñar la imagen y la acción concreta, pero al principio la contingencia es clave. En la línea del aspecto anterior, sin contingencia generamos confusión.



Una vez comprendidos estos dos aspectos clave, paso a explicaros la utilización de la agenda.

1-      Lo primero es disponer de un espacio en casa para poner la agenda o el horario, debe ser un sitio por el cual el niño pase varias veces al día, debe estar a su altura y ser de fácil acceso. Este era nuestro horario, un rectángulo con velcro para pegar y despegar los pictos, lo mejor es plastificarlo, ya que se va a utilizar mucho y se va a deteriorar inevitablemente, este era nuestro horario, como podéis ver, ya deteriorado por el uso que le dimos.





2-      Empezar con secuencias cortas, de dos pictogramas de actividades agradables o reforzantes, por ejemplo, jugar a la pelota y después comer una galleta, días después podemos empezar a poner una actividad “obligada” como bañarse o cepillarse los dientes seguida de otro pictograma que represente una actividad más reforzante o divertida, como puede ser comer una galleta, jugar a la pelota, o un rato de Tablet. Al principio, cuando estamos enseñando el uso del horario es mejor poner solo dos actividades, luego vamos aumentando. En resumen, los primeros días, mientras se aprende la dinámica es mejor utilizar pictogramas de actividades o acciones muy reforzantes, días después podemos empezar a introducir actividades menos deseadas.

3-      Ayudar al niño a comprender el concepto de finalizado: este concepto suele enseñarse de forma visual, dando la vuelta al pictograma, para ello los pictos deben tener velcro a los dos lados, de esta forma cuando termine la actividad damos la vuelta al picto para que el niño observe que esta ha finalizado.



El procedimiento es sencillo, os pondré un ejemplo con dos actividades reforzantes.


Cuando queramos realizar una actividad nos dirigimos con el niño hacia el horario y siempre apoyándonos en la palabra, le decimos: Primero comer galleta, y después jugar a la pelota. Lo ideal es utilizar una flecha roja para hacer más visible lo que estamos diciendo, la flecha nos servirá para señalar lo que estamos haciendo en cada momento. Señalamos con la flecha, damos la galleta y en cuanto el niño termine de comer nos dirigimos al horario y damos la vuelta al pictograma para indicar que esa actividad ha finalizado, inmediatamente después señalamos con la flecha la actividad de jugar a la pelota y nos ponemos a jugar, una vez terminada hacemos lo mismo, damos la vuelta al pictograma para indicar la finalización.








Al principio, mientras el niño aprende el uso del horario obviamente debemos acompañarlo, dirigirlo, proporcionarle ayuda física, lo ideal es que con el tiempo el niño aprenda a manejar de forma autónoma el horario/agenda, para ello, lo ideal es ir retirando ayuda física, pero poco a poco, hay que tener en cuenta que son muchos aprendizajes a la vez: ir hacia el horario, utilizar la flecha para señalar la actividad a realizar, volver al horario cuando se finaliza la actividad, dar la vuelta al
pictograma, señalar una nueva actividad. Son muchas cosas y por ello hay que hacerlo con calma, preferiblemente en una época de vacaciones o cuando se disponga de tiempo para hacerlo bien.

Es importante también que para que el niño disfrute de la utilización de la agenda debemos asegurarnos de utilizar actividades reforzantes, bien sea de juego, de comida, etc., de lo contrario el niño puede aburrirse y no encontrar sentido a la hora de utilizar este recurso. También puede ocurrir que al principio haya resistencia o rabietas en las actividades menos agradables, es normal, lo importante es mantener siempre esos reforzadores, los cuales harán la tarea más fácil.
Los pictogramas son de ARASAAC, os aconsejo plastificarlos, para ello hay en el mercado maquinas sencillas de plastificar a muy buen precio, en Amazon.

El horario, con el tiempo se puede transformar en agenda portátil para llevarlo a cualquier parte, nosotros hoy en día no estamos utilizando estas ayudas visuales, pues la comprensión ha mejorado mucho y no necesitamos este recurso de momento, pero si lo llegara a necesitar, no dudaría en volver a implementarlo.

También existen aplicaciones como PictoAgenda.com, aunque la agenda hecha por nosotros mismos nos permitirá introducir fotos de familiares o terapeutas, en caso de necesitarlas, con la aplicación no podemos hacer esto.
La utilización de estos recursos influye de forma muy positiva en la conducta del niño, le ayuda a anticipar las actividades, y a aprender los conceptos de tiempo y espacio, por su parte, a nosotros como padres, nos permite sentir mayor competencia a nivel parental, lo cual repercute de forma positiva en el bienestar y ajuste de la familia. Las ayudas visuales son útiles para todos en algún momento de nuestra vida, ¿Por qué no utilizarlas?

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